Tiempo en Familia

Cada familia es diferente, nuestros roles y dinámica se ven influenciados por demasiadas variables y no podría de ninguna manera generalizar la situación que cada una de nosotras está viviendo en este momento, así como las emociones y retos a los que cada quien se está enfrentando de manera individual y familiar; pero sí creo que es un momento de OPORTUNIDAD, especialmente si esta experiencia se ha centrado en devolvernos a nuestros hogares, y de alguna manera enfrentarnos a lo que cada quien debe aprender y trascender.

Como mamás, nos ha puesto frente al espejo más evidente, las personas más cercanas a nosotros y nos da la oportunidad de reflejarnos, sin oportunidad de evasión, pero de consciencia y trascendencia.

Sí, sé que no es fácil, y que de pronto podrá parecer que no paramos en todo el día, que siempre hay cosas que hacer; y también sé que como mamás podemos dejarnos llevar por esa creencia de que somos el sostén de todo lo que pasa en nuestro hogar y las responsables de que todo sea como “debe ser” y, aunque nuestras cualidades nos hacen la persona correcta para el rol, hoy vengo a decirte que no es así, y que está bien parar, de eso se trata todo esto, y eso es para todos, incluyéndote. 

Que si bien nuestros pequeños nos necesitan, nuestra primera responsabilidad es con nosotras mismas, recuerda que para cuidar de otros, primero tenemos que cuidar de nosotras. Debemos darnos tiempo de parar, de respirar, de sentir, de observar, y de escuchar; porque dentro de nosotras están todas las respuestas, solo hay que darnos el espacio, y aunque en este momento parezca que tu espacio se redujo, y que no puedes ni ir al baño (o por lo menos no con la puerta cerrada, ni una vez al día) el espacio que necesitas también está dentro de ti, basta tomar un minuto para respirar muy despacio y volver a tu centro, así que tómate todos los minutos que necesites al día, aunque sea de uno en uno ;)

Y debes saber que está bien sentir, cualquier emoción que estés sintiendo en este momento es válida, date la oportunidad de sentirla, y de observarla, para luego dejarla ir; y si sientes que tu vibración está yendo por los suelos, levántala agradeciendo, sólo voltea a ver los pequeños regalos que te da el universo en todo momento y agradece, redirecciona tu atención y verás como todo cambia. Y ya que sientas que va subiendo la frecuencia, date también tiempo de reflexionar e indagar en lo que se está presentando en tu vida, y pregúntate ¿para qué? 

Porque todos estamos en la situación que debemos experimentar, de la que vamos a aprender, e incluso en las pequeñas situaciones que estamos viviendo en familia, encontraremos grandes lecciones, así que es tiempo de abrir bien los ojos, los oídos, pero en especial el corazón.


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